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Testimonios compartidos con nosotr@s

Te presentamos a continuación parte de las historias que varias chicas han compartido ya con nosotr@s. Si quieres leerlos enteros, dirígete a la página principal, al apartado "Testimonios escritos completos" o haz clic aquí.

1. 20 de octubre de 2017. Carlota Ortega Macias.


"En España, se produce una violación cada 8 horas. [...] 1 de cada 3 mujeres y niñas experimenta violencia a lo largo de su vida. Se me cae una lágrima de impotencia y rabia. La chica de enfrente me mira con curiosidad, y yo la miro a ella preguntándome si también habrá sufrido algún tipo de violencia por parte de un hombre. Me entristece pensar que lo más probable es que sí.


[...] Noto a alguien detrás. Comienzo a andar más rápido. No hay nadie más en la calle. Saco las llaves del bolso y las agarro fuerte en mi mano. Me está siguiendo. Me chista y me dice “¿a dónde vas, guapa?“.

[...] Llego a mi casa con los ojos empañados, me tiemblan las piernas, me noto que respiro demasiado rápido.


[...] Si piensas que todo lo anterior es exageración, es que has normalizado el acoso.

[...] “De camino a casa no quiero ser valiente, quiero ser libre“.


2. 21 de octubre de 2017. Patricia María Serra Arroyo, de 24 años.

"[...] Por desgracia, las mujeres vivimos muchos episodios de acoso callejero, por lo que al final los que acabamos contando son los más reseñables.

[...] Empieza a pegárseme y a susurrar un montón de cosas que no se entendían bien, pero cuyo carácter tú te puedes imaginar y yo también. [...] Me paré, me le quedé mirando, le invadí el espacio personal y mirándole fijamente le pregunté que qué problema tenía.


[...] El debate en su inicio comenzó con tan altas voces que salió un hombre del bar a ver qué pasaba. No había peligro ni amenaza, solo dos posturas contrarias. Finalmente, acabamos manteniendo un debate de lo más interesante y le expliqué que no sé cómo son las mujeres en República Dominicana, pero que en España y en Madrid a las mujeres NO NOS GUSTA QUE NOS DIGAN NADA LOS DESCONOCIDOS SOBRE NUESTRO ASPECTO FÍSICO ni que nos validen o invaliden como objetos sexuales.


3. 23 de octubre de 2017.


Una chica cuyo nombre prefiere que se mantenga en el anonimato, nos hace llegar esta indignante experiencia:

[...] Dos chavales que venían detrás de mí empezaron a seguirme y a hablar entre ellos sobre mí. Me sentí inquieta y empecé a caminar un poco más rápido aunque no sabía si eran imaginaciones mías, hasta que uno de los dos me dio una palmada en el culo.


[...] El chaval seguía tocándome o agarrándome el culo de vez en cuando mientras su amigo le animaba y me preguntaba si quería ser la novia de su "primo". Yo sólo le apartaba la mano de un manotazo cada vez que me tocaba pero no me atrevía ni a girarme para mirarles.

[...] Decidí no contarle nada a mis padres.


[...] Nadie se acercó a decirle algo a los chavales.


[...] Soy más consciente de que tengo muchísimas más probabilidades que un hombre de que me ocurra algo similar cuando vaya sola por la calle por el simple hecho de ser mujer.

4. 23 de octubre de 2017. Alejandra Chaminade Gallego, de 20 años.


[...] Desde antes de empezar el Bachillerato (es decir, hace al menos 5 años) llevo viviendo episodios de acoso sexual callejero constantes.


[...] Cruzarme con un hombre de 70 años aproximadamente que me mira fijamente y, según llega a mi lado, me diga al oído “me encanta como lo hacen las jovencitas como tú”.


[...] Escuchar comentarios en voz alta (de estos que quieren que se oigan) entre dos amigos hablando de mi aspecto físico, de mi pecho, mi culo, si tengo mucho o poco, si llevo pantalones, si llevo falda... o tener que aguantar que me miren de arriaba abajo fijamente como si fuera un filete.


[...] Vistiendo en chándal y ropa que me quede ancha para que no se me marque nada y evitar sentirme observada de un modo tan humillante.


[...] No es normal que mi madre me pida que la avise cada vez que voy a algún sitio para asegurarse de que estoy bien. De verdad, no es exagerar. No estoy contando ni un décimo de lo que me pasa a mi. Y yo solo soy una de tantas mujeres a las que le ocurren este tipo de situaciones e, incluso, cosas peores. [...] Basta ya".


5. 18 de noviembre de 2017. Paula- Pérez Grueso, de 24 años.

[...]Era por la mañana y el metro estaba bastante lleno pero había sitio suficiente como para respetar el espacio de cada uno. [...] Empecé a notar cómo alguien se acercaba demasiado a mi por detrás [...]Era un hombre y que me estaba pegando su pene a mi culo. Miré para atrás y efectivamente, un hombre corpulento que estaba invadiendo mi espacio personal cuando a su alrededor tenía espacio de sobra.

[...] Me parecía increíble que nadie lo estuviera viendo.

[...] Al bajar yo, además de sentirme fatal por no haber reaccionado, deseé que me volviera a pasarpara decirle a la persona en cuestión lo asqueroso que era poniéndome el pene en el culo y la poca vergüenza que tenía, delante de la gente, para que se le cayera la cara de vergüenza.


La segunda experiencia la viví hace dos años. Iba yo volviendo a casa sola a eso de las 6 de la mañana y ya llegué a mi portal dispuesta a abrir la puerta cuando un chico me vino por detrás y me agarró fuerte el culo. Me sobresalté, ni le había sentido acercarse, me di la vuelta y le dije "¿qué haces gilipollas?", se trataba de un niñato de no más de 19 años, y según le dije eso se marchó como si nada. No sentí miedo, solo repulsión.


[...] Nosotras ya estamos hartas".


6. 24 de noviembre del 2017. Patricia María Serra Arroyo, de 24 años.


[...] Volvía sola tan tranquilamente cuando, estando a punto de entrar en mi calle, apareció un grupo deseis jóvenes españoles. Iban borrachos y gastándose bromas entre sí. De repente, al ir a pasar por su lado, abrieron el círculo, me rodearon [...] le pegué un ligero empujón al que tenía delante, abrí una brecha y me fui aparentando normalidad. [...] Se me puso al lado y empezó a pegarse y a decirme que me fuera con él [...] Yo me relajé. Ya estaba en mi calle. Sin embargo, el día no había terminado. Dos hombres iban delante de mi, hablando y andando. De repente se giraron, me miraron, y se miraron entre ellos. Y comenzaron a bajar la velocidad. [...] Así llegamos a mi casa, donde por casualidad decidieron hacer el conocido pasillo [...] Uno se sentó en los escalones de mi puerta y el otro se puso enfrente de él. Sin embargo, un factor salvó mi noche: el camión de la basura estaba enfrente. [...] Los dos "hombres" evidenciaron sus intenciones,[...] Me temblaban las manos por tercera vez aquel día.


7. 25 de noviembre del 2017. Alejandra Chaminade Gallego, de 20 años.


[...]¿Os parecen normales algunos comportamientos como estar en el metro y pegaros a la oreja de una chica que va con cascos (habitualmente llevamos cascos para evitar este tipo de cosas) y empezar a cantarle algo al oído? NO QUIERE OÍROS, POR ESO LLEVA CASCOS. Y, ¿es normal que, si no os hace caso (obviamente lleva cascos para no hacerlo), tengáis que acercaros más e intentar poner la cabeza entre el teléfono de la chica y su cara, para que sepa que estáis ahí? A ver si os enteráis, ya sabe que estáis, y lo que estáis haciendo. Si no os mira, es porque NO quiere.

[...] ¿Es normal que, en un vagón del metro que va hasta arriba de gente, nadie haya hecho nada?


[...]Este tipo de actuaciones tienen el nombre de ACOSO y es un problema muy serio y más frecuente de lo que pensamos. Todas las personas que habéis estado mirando cómo ese “ser”, porque no puedo llamarle “hombre” ni “señor”, me ridiculizaba, me hacía avergonzarme de mí misma, ¿cómo podéis estar tranquilos sabiendo que habéis visto lo que habéis visto y no habéis hecho nada?

8. 29 de noviembre del 2017. María.


[...] Iba por la calle Orense a las 6 de la tarde [...] Una calle grande, con bastante gente a esas horas. Seis obreros empezaron a mirarme y a elevar cada vez más la voz preguntándome que a dónde iba, con quién, etc. [...] Los piropos o las cerdadas a los que cada vez más mujeres estamos fatalmente acostumbradas subían de nivel, hasta el punto en el que uno de ellos me describió cómo me empotraría (y perdón por la expresión pero fueron palabras tal cuales) contra la esquina de esa calle.

[...] El de las disculpas se levanta de la mesa, suelta la jarra de cerveza y me grita que se arrepiente de haberme pedido perdón, volviéndome a describir de nuevo la misma situación de antes. Yo no daba crédito, salí corriendo y me escondí detrás de un coche para llamar a la policía. [...].


9. 5 de febrero del 2018. Anónima.


"La primera vez que un chico me tocó sin mi consentimiento yo tenía ocho años".


"[...] Yo le dije que no. [...] Apareció y me agarró los genitales mientras me decía “para que aprendas”.Me quedé en shock. No sé cuánto tiempo me quedé allí plantada.

Desde entonces, se han sucedido en mi vida una seria de tocamientos sin consentimiento [...]








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